El misterio de los Tres Relieves
Antes de continuar, hay que esbozar cómo y cuándo recuperó esas piezas Don Mariano. Primeramente, hay que decir que el Sr. Claudio Güell depositó las piezas que le sobraron en una zona de la finca El Alamín conocida como “la era”, porque en los viejos tiempos era donde se plantaba el trigo. En concreto, la estatua de San Bernardo, estuvo debajo de una encina centenaria con la cabeza del tronco y, los hijos de Don Alfonso Güell, Ignacio y Pablo, iban allí a jugar cuando eran niños. En un encuentro personal con Don Ignacio, me expresó la impresión que le causaba ver la cabeza desprendida de San Bernardo y el agua de la lluvia que se acumulaba en uno de los pliegues del hábito, en donde falta la mano derecha, ya que la estatua se encontraba tumbada boca arriba.
En los archivos custodiados por Don Enrique Jurado Galván, Don Mariano contó lo sucedido, y junto con el relato de Don Ignacio Güell conocemos cómo se produjo la devolución. Dada su profesión de arquitecto, Don Mariano tenía un amigo común con Don Alfonso Güell, quien intercedió para que Don Mariano pudiera recoger las piezas en la finca. En concreto, el 15 de abril de 1991, Don Mariano fue acompañado de Don Pablo Güell en su visita a la finca para la recogida de las piezas más relevantes.
Don Mariano escribió posteriormente la siguiente nota "su hijo el Marqués de Comillas me devolvió la parte alta de la portada que no llegaron a instalarla a falta de unos relieves que figuran en fotos." Posteriormente, escribió una nota de agradecimiento a la familia Güell por devolver estas piezas al Monasterio. Los relieves que no fueron devueltos a los que se refería Don Mariano eran un escudo imperial monárquico de Carlos V, y dos relieves de mayor tamaño que acompañaban a derecha e izquierda de la estatua de San Bernardo (aproximadamente con medidas 1’20 x 1 metros). Estos relieves representaban El abrazo de Cristo a San Bernardo y La aparición de la Virgen a San Bernardo. En la exposición Darse la Mano del Museo del Prado, que estará abierta hasta el dos de marzo de 2025, hay dos cuadros con esta temática de Francisco Ribalta y Alonso Cano. No sabemos, sin embargo, qué pasó con el tímpano y el escudo circular dentro de este.
La pregunta del millón es ¿qué pasó con estos tres relieves de piedra? Don Mariano no los vio en El Alamín e Ignacio Güell no recuerda qué pudo pasar con ellos. Como detalle curioso, en el libro del Monasterio en las páginas donde se levantan los planos de la portada renacentista, estos elementos están en blanco. Quizás este artículo pueda llegar a los propietarios de esas piezas y poder saber dónde se encuentran actualmente.
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