miércoles, octubre 24, 2012

"Relación de personas residentes en este término municipal, que durante la dominación roja fueron muertos violentamente o desaparecieron y se cree fueron asesinados.”

He encontrado en el  archivo general de la Guerra Civil este documento fechado el 4 de mayo de 1939 en el ayuntamiento de Pelayos de la Presa, firmado por el entonces Alcalde y Secretario. La guerra había terminado hacia un mes. En el documento se informa de la “relación de personas residentes en este término municipal, que durante la dominación roja fueron muertos violentamente o desaparecieron y se cree fueron asesinados.” Tras la fecha manuscrita se cita “el año de la victoria.”
 Al terminar la guerra el franquismo honró a sus muertos en la Guerra Civil, mientras se hacia desaparecer a cientos de personas durante decenas de años por su ideología, sexo o por ser simplemente denunciados por un “buen” vecino. Además, de las pérdidas personales se repartieron las tierras y bienes de los perdedores.
Nuestra democracia tiene una deuda pendiente con los hombres y mujeres que tras perder una guerra fueron asesinados, perdieron una guerra sí, pero no su dignidad y su honor. Cada vez va siendo más difícil encontrar a las personas desaparecidas en las cunetas y en muchos otros lugares porque los que conservaban el recuerdo del lugar donde se encontraban los restos mortales de los asesinados van desapareciendo. Llegará un momento en que sea prácticamente imposible encontrar a nadie.
Nos dicen que no abramos las heridas, pero esta democracia no merecerá tal nombre hasta que no se haga un homenaje de Estado y  se reconozca a las víctimas del franquismo. Olvidar solo sirve para  que la impunidad se salga con la suya.

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