Las calles franquistas llegan a su final en Pelayos de la Presa
El pasado 14 de
abril, la mayoría absoluta del Partido Popular en Pelayos de la Presa,
rechazaba una moción para renombrar la Plaza del Generalísimo y llamarla la Plaza
de la Constitución. El actual Alcalde y algunos otros concejales
que han renovado mandato, votaron entonces contra esta moción, que sí fue
apoyada por PSOE pelayero.
Apenas cinco meses
después y a través de una comunicación del Defensor del Pueblo, se informa del
escrito que le ha remitido el Ayuntamiento con el siguiente texto: “es
intención de la Alcaldía y de su Equipo de Gobierno iniciar el expediente para
el cambio de denominación de la Calle José Antonio por Calle Adolfo Suárez, así
como los nombres de la Plaza del Generalísimo y Calle Calvo Sotelo, para su
aprobación en el Pleno ordinario a celebrar en el mes de septiembre y así
cumplir con el deber que impone el artículo 15.1 de la Ley 52/2007, de 26 de
diciembre, de la Memoria Histórica”.
Aparte del nuevo equipo de gobierno y dado que no
hay constancia de que fuera una propuesta incluida en el programa electoral del
PP, lo que ha cambiado en esta ocasión es haber ido un paso más allá al de
presentar una moción en el pleno, acudiendo a la vía judicial. El pasado 18 de
junio el Juzgado Contencioso Administrativo admitía a trámite el recurso que
había presentado y requería al Ayuntamiento de Pelayos de la Presa el
expediente administrativo en un plazo de 20 días. Aproximadamente un mes
después el Ayuntamiento enviaba el expediente solicitado. Por tanto, el
Ayuntamiento no tenía ninguna duda de que cómo se anunció hace unos meses, se acudiría
a instancias judiciales para que se cumpliera la Ley de la Memoria Histórica.
Es probablemente una de las razones por las que el
Alcalde ha decidido llevar a cabo el cambio de nombre de las calles
franquistas. No hay que olvidar las cinco mociones presentadas en diferentes
momentos por el PSOE de Pelayos, el grupo independiente Nos Gusta Vivir Aquí,
una resolución del Defensor del Pueblo, la carta remitida por la Asociación de
la Memoria Histórica y otras personas a título particular, vecinos y vecinas.
Todo esto junto con la presión de algunos medios de comunicación ha hecho que
finalmente, el nuevo Alcalde y sus concejales se hayan decidido a cumplir la
Ley de la Memoria Histórica.
No se trata de una victoria particular de nadie. Se
trata de una victoria de la democracia y la legalidad. No es de recibo que en
un país moderno y democrático haya lugar en nuestras calles o plazas para
personajes que han violado los derechos humanos y las libertades más
fundamentales ya sean dictadores o terroristas, mediante la guerra, el
asesinato, la represión, la tortura, la desaparición o los trabajos forzados.
Mantener esos símbolos es una humillación para las
víctimas. Sin embargo, aún queda mucho camino por recorrer para la justicia y
reparación de las víctimas del franquismo, encontrar y enterrar dignamente a
las miles de personas que continúan en las cunetas de nuestro país y un
reconocimiento por parte del Estado. Esto es sólo un pequeño paso en la buena
dirección.
Es honrado finalmente reconocer y felicitar en todo
caso, al nuevo alcalde y a su equipo por esta decisión, inteligente, ajustada a
derecho y que, de llevarse finalmente a cabo, le haría entrar en la historia
del municipio. A buen seguro dará un nuevo aire a la imagen de Pelayos de la
Presa en la Comunidad de Madrid.
Etiquetas: ayuntamiento, Memoria Histórica, Pelayos de la Presa
2 Comments:
No es una victoria en particular de nadie, pero es una lucha que llevas mucho tiempo persiguiendo. Al César lo que es del César.
Enhorabuena!
Muchas gracias! Persistencia o cansinismo es la palabra. Saludos.
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